jueves, 20 de enero de 2011

Juguete roto

La aguja con ilusión enhebrada
zurce los rotos de la vida
y va dejando costuras
donde sangraron heridas.

Por niños traviesos desechados
juguetes usados del destino,
acaban siendo tesoros
para los que nunca han tenido.

Marionetas con hilos rotos
por un ciego desatino
vuelven a mover sus miembros
por otro corazón impelidos.

De su eterno reciclaje
tengo que estar agradecido
al destino o a la vida
que repararme han querido.

Con costuras, cicatrices,
con empalmes en los hilos,
con botones donde ojos
algún día había habido.

Vuelvo a mover mis manos
para estar a ti asido,
vuelvo a tener un corazón
para llenarlo contigo.

Reflejos

-Tú, el de la mirada triste
que desde el espejo miras,
porqué me ves y suspiras
¿quizá es que nunca me viste?

-CADA DÍA YO TE VEO
Y MIRARTE ES UN SUPLICIO
PUES NO HAY BENEFICIO
EN MIRAR UN ROSTRO FEO.

-¡Feo me dices vive Dios!
Son arrugas, cicatrices
de la vida sus raíces
dejaron de ellas en pos.

-MEJOR DIRÉ QUE AMARGURA
EN HUELLAS DE EXPRESIÓN
QUE DEJÓ LA DEPRESIÓN
DE LA VIDA QUE TORTURA

-No te quito la razón,
aunque el alma me duela
más que maldita muela,
tengo seco el corazón.

-DEJA YA DE LAMENTARTE,
TU HOY ES NEGRO CUAL CARBÓN
TENGAS O NO ESA EXPRESIÓN,
SUELTA LAS PENAS APARTE.

-Gracias reflejo amigo,
el futuro no se ha escrito.
no quiero seguir marchito.
Mañana me veo contigo.

-YA SE FUE EL POBRE REFLEJO
LO QUE LE DIJE CREYENDO.
SIENTO HABLARLE MINTIENDO.
NI A ESTE LADO DEL ESPEJO,
TIENE LA VIDA REMIENDO.

En la niebla

Somos barcos que navegan en la niebla.
Guiados por brújula rota que busca desquiciada el Norte.
Somos barcos que trazan su ruta sobre imaginarias cartas.
Dirigiendo nuestra proa hacia una isla sin nombre.
Isla por cada uno soñada, desde la infancia perdida,
isla que jamás encontraremos, porque ahora somos hombres.

De tarde en tarde en la bruma la silueta divisamos
de otro navío a la deriva, que también cree que sabe donde
dirige su singladura. Hacemos sonar nuestra sirena,
y desde la lejanía apenas por un momento la suya nos responde.
Sentimos la efímera alegría de su fugaz compañía,
pero un instante después la espesa bruma sus luces esconde.

Continuamos nuestro rumbo como hacia dónde sabiendo,
con el temor en los huesos, por si una escollera nos rompe.
Hoy es más espesa la niebla, hago sonar mi bocina:
¡Barco amigo, si estás ahí… por favor, responde!

Dobla campana

Plañidera campana me despierta.
Gentes extrañas llenando mi casa.
Estoy desnudo y a mi lado pasa
la mi amada de luto cubierta.

Plañe de nuevo la campana incierta.
Busco sus ojos, mi intento fracasa,
ya su mirada mi cuerpo traspasa,
ya la su boca un gemido liberta.

Llora y abraza un cuerpo inerte,
claro percibo en él mi trasunto.
Plañe de nuevo y toca a muerte.

Dobla de nuevo y ya no pregunto.
Tañe y comprendo cual es mi suerte.
Suena de nuevo el toque a difunto.

Tu cara

Con cuanta flor se compara,
tu cara.
Y de cuantas flores amo,
un ramo.
Aún de las más hermosas,
de rosas.
Con todo las más preciosas
a tu lado se marchitan
y envidiosas ellas gritan,
¡tu cara, un ramo de rosas!

Mirarme en laguna clara,
tu cara.
Viendo en ella mi reflejo,
espejo.
Sintiendo profunda calma,
del alma.
Corazón herido ensalma,
el dolor desaparece,
tu rostro mi sueño mece,
¡tu cara, espejo del alma!

Placeres

El diccionario a la diestra
para disipar las dudas,
para las estrofas puras
manual de metro a siniestra.

De la nariz en la punta
anteojos vigilantes,
observadores amantes
de la rima que barrunta.

Ya la pluma se desata
sobre el papel candoroso
y en ejercicio ardoroso
su virgen nieve arrebata.

En convulsos movimientos
vertiéndose va su fluido,
por la pasión impelido
como de impetuosos vientos.

Llega al final el asunto.
La pluma para el poeta,
sonriente observa su meta,
coloca el último punto.

Su musa cruza el pasillo
y se la queda mirando,
le pregunta suspirando:
¿te apetece un cigarrillo?

martes, 4 de enero de 2011

Fidelis

Junto al túmulo ha estado doliente.
Esperando, sin desesperar, a la persona
Que le amó como él lo hace ahora.
Aún sin fuerzas, en el suelo yaciente.

Sus ojos no han descansado en la espera,
Su hocico el aire oteando,
Su amigo ha de estar llegando,
Su amado olor todo lo llena.

Ya sus embotados sentidos,
Entre la niebla que se va formando,
Creen percibir como cachorro abrazando
Aquellos queridos latidos.

De nuevo le deja el sol poniente,
Ahora toda la luz le abandona.
El último tic-tac su reloj entona
Y en etérea carrera ve a su amigo sonriente.

Adios

No quiero estar contigo,
Tengo que dejarte.
Por hacerte un cumplido
He venido a avisarte.

Muchos años he vivido
Junto a ti sin desearte.
Días enteros compartidos
Sin a la cara mirarme.

El silencio has permitido
Cada noche al acostarme,
Acariciando mis suspiros
Hasta el corazón helarme.

Muchas lagrimas he vertido
Con solo tú para mirarme
Y solo has conseguido
Mucho más desconsolarme.

Mas no estoy resentido,
Vendré alguna vez a visitarte.
En momento por mi escogido,
Así podré disfrutarte.

Recordaremos lo vivido,
Pasearemos por el parque
Y sentados bajo un olivo
Dejaremos pasar la tarde.

Despidámonos como amigos.
Aunque hemos sido amantes,
No quiero estar contigo
“SOLEDAD”, tengo que dejarte.

¡A las barricadas!

¡A las barricadas,
Todos conmigo!
Cavemos trincheras
Contra el enemigo.
Moved el pesebre,
Amontonad ese trigo.
El buey y la mula
Y el ángel testigo,
Ocupen sus puestos
Contra el enemigo.
Un año más
Por el mismo camino
Nos viene a atacar,
No descansan los cansinos.
Ya vienen llegando
De luces vestidos,
Armados de champan,
De excesos comidos.
Exultantes rostros
De hipocresía teñidos.
Con deseos de paz
Mañana en el olvido,
Manifestando un amor
Que en todo el año no han sentido.
Gastando por gastar
En delirante paroxismo.
Olvidando a los que sufren
Tras brillantes espejismos.
Ultrajando el espíritu
Del que ellos llaman Cristo.
Defendamos el portal,
Los pastores en sus nidos
De ametralladoras de bondad.
Sacad los misiles de sus silos
Con ojivas de hermandad.
Poned sus corazones a tiro.
Tratemos este año de ganar.
Y si no…
Los hombres de buena voluntad
¡A las barricadas conmigo!

Polvo enamorado

En el cementerio viejo, a través del muro roto,
Divisé el lugar donde de luz un rayo caía,
Que entre las negras nubes se colaba.
El lugar era un reflejo de abandono
Y aunque la tormenta se cernía
Por el roto entré, porque algo me llamaba.
La hiedra clavaba sus uñas en los poros
De las piedras que hermosas fueron un día
Y las hierbas y espinos todo lo llenaban.
Al final de un pasillo de nichos rotos
Dos lápidas la luz recibían,
Como si un celestial foco las iluminara.
Con reverencia en sus epitafios clavé mis ojos.
La primera, diez años más antigua, así decía:
“Te espero, la muerte no borrará lo que en vida te amaba”.
A su lado la otra decía con expectante tono:
“Perdona la tardanza, voy a ti amada mía”.
La tormenta a lo lejos tronaba.
Tras las tumbas dirigí mis ojos
Para ver dos cipreses que juntos crecían
Y contra natura sus copas entrelazaban.
De humedad se llenó mi rostro,
Aunque aún no llovía.
Un relámpago el cielo iluminaba.
A su luz recordé con asombro
Palabras que Quevedo escribía
Y sin ser consciente mis labios recitaban:

“Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, más tendrá sentido;
Polvo serán, más polvo enamorado”.

-1 diciembres

17 de diciembre, solo faltan cinco días.
Para conmemorar otra vez,
Que rápido pasa el tiempo.
¿Quién lo diría?
Otro diciembre como aquel,
En el que entre granizo y tormenta,
Sin luz a este oscuro mundo venía.
En tiempos malos,
Y con mal tiempo.
Negros augurios sobre mí se cernían.
¡Qué certeros los augures!
No engañaban las señales,
Año tras año se cumplían.
Después de tantos diciembres
De oscuridad, granizo y tormenta
Sigue llena la vida mía.
Otro diciembre a su fin llega
Otro año que la vida siega,
Otro vaso que se vacía.
En la penumbra reflexiono
Sobre mi andar por la vida,
Dándome cuenta de la equivocación mía:
El tiempo no pasa, se queda.
Se queda quieto y me mira.
Mira como yo paso y quizás de mí se ría.
Y lo cierto, lo único cierto,
En esta tarde plomiza es que
Es 17 de diciembre, y solo faltan cinco días.

Solo poesía

Nací del papel
Y de la tinta,

Impulsada por el pulso
De un corazón que latía.

Perdonen si hoy me cuelo
Por sus cálidas pupilas,

Y sin que sea mi intención
Alguna imagen dejo en sus retinas.

Perdonen si sus mejillas humedezco.
No ha sido por culpa mía.

Si su imaginación estimulo,
Si hago volar su fantasía,

Si el corazón les encojo,
No ha sido por culpa mía.

Quizás fue su alma sensible.
Yo no,
Yo solo soy poesía.

Flores

Pequeña flor silvestre,
El azar en forma de viento
Te trajo sin tu consentimiento
Hasta el lugar donde creces.

Entre suciedad y escombros
Arraigada en lo somero
Te esfuerzas hoy con esmero
En levantar tus hombros.

De la providencia esperando
El tibio sol y la lluvia
Con los que cada día
Tu alimento vas fabricando.

Hay, pequeña, otras flores
Que el frio nunca sienten.
De las que están siempre pendientes,
A las que cuidan con amores.

Nunca les faltan cuidados
Protegidas en invernaderos.
De sus jardineros con desvelos
Son seres mimados.

Pero tienen tus mismas raíces,
La misma savia por sus tallos circula.
Pero lo hace sin tus amarguras,
Nada les falta para ser felices.

Son como tú, pequeña cosa
¡Y son tan diferentes!
Que a la naturaleza ofende
Tan desigual trato, ¡hermosa!

Unas cuidadas en viveros
Con más de lo que necesitan.
Tú, delicada cosita,
Sobrevives en un vertedero.

Me entristezco y no lo entiendo
Porque las flores son todas iguales,
Y ellas no son las culpables
De donde las dejó el viento.

2ª Conjugación

* 2ª Conjugación: verbos terminados en -er.
* Verbo modelo: querer.
* Modos: Indicativo, subjuntivo, imperativo.
* Tiempos: Pretérito, presente, futuro.


Quiero que estés conmigo y me quieras,
Me quieras sin tener cuidado.
Porque si el querer no es demostrado…
En verdad es como si no me quisieras.

Quiéreme aunque sea un poco,
No te pido que me ames siquiera.
Solo quiero que tú me quisieras
Como quieres a tu pequeño lobo.

El querer que hay en tus ojos
Cuanto le acaricias su lomo.
Es el querer que para mí quisiera.
Quiero conformarme con poco.

Querámonos como necesitamos.
Queriéndonos estamos salvados.
Que quien se ha sabido querido,
Tiene ya el cielo ganado.

Quiera el destino caprichoso
Que en la eternidad en algún momento,
Como yo te quiero nos queramos.
Quiere, quiere y hazme dichoso.

Nunca, “si hubiera querido”, diciendo
Nos arrepintamos tristemente.
Ojalá en el espacio y en el tiempo.
Queramos querer… queriendo.


No uso el condicional... porque te quiero sin condiciones.

Érase

Hola mi buena amiga,
Te preocupa que mi triste poesía
Salga de un corazón enfermo
De una mente deprimida.
Tu atención te agradezco,
Pero no tengas cuidado
Soy un feliz jilguero,
A demostrártelo me apresto:

Desde que el sol apunta
La belleza me rodea,
El rocío brilla y tintinea
De las verdes hojas en las puntas.

Saludo a los primeros rayos
Que bañan mi alegre rostro,
Y sobre la hierba me postro
Con el unicornio que come tiernos tallos.

Henchida mi alma se siente
Por la paz que todo emana.
Canta el pájaro, croa la rana,
Y les hace coro con el crótalo la serpiente.

Mi pelo ondula con el fino céfiro.
Los hombres son todos hermanos,
Hacen corro tomados de las manos
Y cantan llenos de jubiloso estrepito.

La tierra incontaminada
Para todos da sus frutos.
Y los cielos impolutos
De limón dan granizadas.

Ya no hay más violencia,
Ni avaricia.
Ni hipotecas… …

Pero me veo obligado
Llegado a este punto
A acabar con el asunto
Con un “colorín, colorado…”

Porque esto no es más que un cuento
Y “este cuento se ha acabado”.


PD:
Siento si soy muy duro,
No he podido evitarlo.
Y es que no puedo olvidarlo:
Soy el Caballero Oscuro.